lunes, 6 de febrero de 2017

Haikus urbanos

La sesión del viernes pasado la dedicamos a los haikus urbanos pues somos conscientes de que la ciudad nos ofrece a diario maravillosas sorpresas en forma de imágenes. Así que decidimos cambiar las libélulas, los estanques, las ranas y las mariposas por ascensores, asfalto, hospitales e incluso bares. La calle será nuestro escenario pero también los muchos lugares que forman parte de lo urbano como estadios de fútbol, centros comerciales, cines o tanatorios.

Dice Vicente Haya -reconocido estudioso de haiku- que “cada cosa es mirada por un haijin como si en ese momento hubiese sido creada, como si nadie antes la hubiera visto nunca. Si tuviésemos que utilizar un ejemplo del mundo de hoy para explicar lo que merece un haiku, diríamos que sería todo aquello de lo que puede hacerse una fotografía. No es casualidad que la fiebre japonesa por el haiku haya sido continuada por una idéntica afición por la fotografía. Conservar un instante especial de la realidad, ésa es la finalidad del haiku”.

Hablamos del libro Gotas negras de Andrés Neuman pero también del libro Nieve, una deliciosa novela breve de Maxence Fermine sobre un joven poeta que escribe haiku.
Y mencionamos, tras comentar los textos de la ficha, el Manual de haiku urbano para peatones de Israel López Balan, una buena manera de caminar por la ciudad contando sílabas:




Recogemos aquí una breve antología de haikus urbanos:

asfalto seco
a la sombra de un coche
se arrima un perro

José Alberto Piña

Tras el derribo
los colores de viejas
habitaciones

Susana Benet

Revolotea
en el andén del metro
la mariposa.

Jesús Munárriz

seat león
se detiene un instante
paso de cebra

Raúl Vacas

Tarde en el parque.
Hay un anciano solo
en cada banco.

Sr. González

Cesa la lluvia
todavía en la esquina
la mujer pública

Camila

afuera llueve
todos los pasajeros
guardan silencio

Zeta

el albañil
-mientras unto tostadas-
pone ladrillos

Palmira

abren las puertas
nadie sube ni baja
de los vagones

Zeta

diciendo adiós
limpia el vaho del cristal 
del parabrisas

Raúl Vacas


Propuesta de escritura

Trata de captar esos instantes que nos sacan de nuestra rutina, que nos devuelven el asombro, que nos roban un suspiro: un vestido rojo en un cementerio, un niño espantando palomas, una limusina en una barriada humilde, un rebaño de ovejas por la Gran Vía... Procura dibujar una secuencia con cinco, siete o diez haikus.

Y estos son algunos de los trabajos presentados hasta ahora:


Haikus de paseo
Salgo a la calle
sopla un viento muy frío
camino rápido

Parque con obras
miran los jubilados
valla con ojos

Un gato negro
cruza en la oscuridad
brillan dos puntos

Baldosa suelta
flota en el agua sucia,
salpicaduras

Al cruzar dudo,
me salvo por los pelos
cuatro pitidos

Viene una bici
entre los peatones,
suena un timbrazo.

Un año más,
gracias por el piropo,
rojo el cartel

Taxis parados
se acercan transeúntes
suben algunos

Viaja a Nueva York
por ochocientos euros
¡viaje feliz!

Balón rodando,
detrás vendrán los niños
¡mucho peligro!

Vuelve la lluvia
el vendaval no cesa,
paraguas roto

El móvil suena,
da saltos de alegría
buenas noticias

Se acerca un perro
tirando del collar,
alza la pata.

Bar decadente
rótulo descolgado
las sillas de escay

Regreso a casa
rebusco en el bolsillo
no está la llave

Antonio Castaño Moreno






Haikus de compras
Adolescentes,
con madres enfadadas.
Faldas muy cortas.

En el probador.
Arrugas en la falda
y en el espejo.

La niña prueba,
braguitas con encajes.
Parecer mayor.

Mitad de precio.
La anciana sin abrigo,
tiembla en la caja.

La mujer mayor.
Lentejuelas en blusas
que nunca brillan.

Las dependientas
abrazando las perchas.
Hombres que miran.

Sara Diego


Haikus
Sonidos

Brama este mar
En sus mareas locas
Que vienen y van

Lluvia cayendo
Suenan repiqueteos
Como lamento

Vaivén del viento
Aullando el árbol
Sus hojas caen

El río fluye
El murmullo del agua
En su decurso

Tras la ventana
Las torcaces zurean
Con su mensaje

Suena aleteo
Azor en los aires
Furtivas aves

M. Carmen Alonso Huerta


Haikus
Primer concierto

Comienza el día
hay luz en mi ventana
me desperezo.

Brilla el espejo
mientras pinto mis labios
nadie me mira.

En el rellano
el ascensor no sube
me desespera.

Llueve en la calle
y las gotas resuenan
en mi sombrero.

En la parada
el autobús se acerca
hoy hay ausencias.

Por las aceras
la gente que camina
no lleva prisa.

En el casino
eufonía y orquesta
mi voz disfruta.

Primer concierto
la gente se emociona
fuertes aplausos.

Húmeda noche
hay luces que se encienden
cuando regreso.

Mi cama tibia
con acordes y notas
el sueño llega.

Sonsoles Palacios V.

2 comentarios:

  1. Vaya nivel Sara, cómo te lo has currado. Enhorabuena!

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  2. Gracias Antonio! El viernes os lo llevo! Tú sí que trabajas! a mi me costó muchísimo pensar en 6.

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