viernes, 25 de diciembre de 2015

Imagina cuántas palabras

La última sesión del taller de escritura de ZOES la dedicamos a los juegos y los retos con las palabras. Aprendimos a hacer tautogramas y a practicar muchos de los retos que Raymond Queneau y Georges Perec, entre otros, practicaban en sus reuniones del Taller de Literatura Pontencial OULIPO  como bolas de nieve, S+7 o lipogramas. Para terminar el calentamiento jugamos con los Ejercicios de estilo de Raymond Queneau y a continuación presentamos el libro Imagina cuántas palabras, de Alkibla Ediciones, un proyecto en el que tuve el privilegio de participar junto a otros cuarenta y nueve escritores y el fotógrafo Clemente Bernad.
Carolina y Clemente, padres de la criatura, nos propusieron escribir un texto en el que debíamos incluir las 50 palabras seleccionadas por más de trescientos chicos de Educación Primaria.



Este es mi texto publicado en dicho libro:

Y si después de tantas palabras

                   ¡Y si después de tantas palabras,
                   no sobrevive la palabra!
                   ¡Si después de las alas de los pájaros,
                   no sobrevive el pájaro parado!
                  ¡Más valdría, en verdad,
                  que se lo coman todo y acabemos! […]

                  César Vallejo


La palabra fútbol está fuera de juego en un poema de amor.
La palabra amor late en las demás palabras. Con el tiempo muda la piel 
y pierde brillo como la serpiente.
Jugar es un infinitivo infinito, palabra que da vida.
La palabra esternocleidomastoideo acaba por doler si el beso nunca tiene fin. 
Algunos niños guardan esta palabra en sus cuadernos, clavada con alfileres.
La palabra balón es esférica y alguien la despejó del primer verso.
¿Está seguro de que desea apagar el equipo? Pregunta la palabra ordenador.
¿Cerramos aquí el verso con la palabra vacaciones? Respondo.
La palabra música es esdrújula, lúdica, mágica, cálida.
Amigo, en plural, es palabra que llora y celebra en el mismo hombro.
La palabra baloncesto es de cuatro sílabas y tres puntos.
Hámster es una palabra que me roe los recuerdos por dentro.
Amistad es palabra aguda, y grave en ocasiones.
La palabra cariño es ñoña sin el ño.
Coche, como metáfora, son además de palabras medios de transporte.
Colegio es palabra con clase.
Las flores son palabras que perfuman el tiempo.
Mamá es la primera palabra, la más nutricia, la que sirve para todo.
Papá es palabra paralelepípeda.
La palabra perro nunca se alcanza la o con los dientes.
Azul es palabra de mar y de aire.
Cantar es una palabra antigua hecha música.
Me gusta la palabra playa con bandera roja.
La palabra estuche sirve para guardar otras palabras.
Su busca la palabra felicidad.
Mar es palabra monosílaba pero no cabe en la mirada.
Mi abuela se llamaba Paz, les doy mi palabra.
La televisión es una caja de palabras vacías.
La c es el cimiento de la palabra casa.
Juegos, palabra que convoca contra el aburrimiento.
La palabra sol irradia sus rayos como palabras.
La palabra bachillerato es evaluable.
Iglú es una palabra fría pero acogedora.
La palabra libro está llena de palabras.
Para rimar con la palabra piscina hay que mojarse.
Reparto mis palabras como las porciones de la palabra pizza.
Bailar es una palabra silenciosa, llena de músculos.
La palabra deberes es una mezcla de lo que debes y lo que eres.
Flor es palabra que se abre de día y se cierra de noche.
La palabra mariposa liba de verso en verso.
Naturaleza es una palabra en peligro.
La palabra paisaje se disfruta de lejos.
Alegría es una palabra a la que nadie tiene alergia.
La palabra arcoíris se forma con otras siete palabras.
La palabra corazón es de percusión.
Diversión es palabra que gusta a niños y mayores.
Dormir es palabra necesaria para dar forma a los sueños.
La palabra gafas salta a la vista.
Leer es una palabra para cazar palabras
Reloj es una palabra para cazar el tiempo.
La palabra agua corre por el cauce de este río de palabras.


Pero hubo otro texto más que no se incluyó en el libro y que me garantizó otras tantas horas de juego. En este caso las palabras están repartidas entre el título, la introducción y el soneto que conforman el trabajo:

Postal de vacaciones

Papá, lejos de casa, en medio de la naturaleza y debajo de un maravilloso arcoíris que he disfrutado sin gafas, he abierto mi estuche para escribir, con toda mi alegría, un poema a mamá por su cumpleaños.
No echo de menos el colegio, ni la piscina, ni el baloncesto, ni al hámster, únicamente a mis amigos de bachillerato. Creo que esta noche, después de jugar un rato en el ordenador, cenaremos pizza. Aquí está el poema para mamá:

Hoy que no hay fútbol en televisión
y vine en coche a la felicidad
vuelan las mariposas de tu edad
sobre el mudo reloj de la emoción.

Corto las flores de la diversión
la música, los juegos, la amistad,
y guardo con cariño tu mitad
del alma en el iglú del corazón.

Se oye a un perro en la playa al sol ladrar
y cierro en paz el libro en flor que leo
mientras el agua azul duerme en el mar.

Tu amor es mi paisaje y mi recreo.
Por eso es mi deber, mamá, cantar
a tu esternocleidomastoideo.


La propuesta de escritura consistió en escribir, tal y como hicimos nosotros, un texto donde incluir las cincuenta palabras: fútbol, amor, jugar, balón, ordenador, vacaciones, música, amigos, baloncesto, hámster, amistad, cariño, coche, colegio, flores, mamá, papá, perro, azul, cantar, playa, estuche, felicidad, mar, paz, televisión, casa, juegos, sol, bachillerato, iglú, libro, piscina, pizza, bailar, deberes, flor, mariposa, naturaleza, paisaje, alegría, arcoíris, corazón, diversión, dormir, gafas, leer, reloj, agua y esternocleidomastoideo


Estos son los trabajos de algunos de los participantes en el taller:


El último día de colegio
Era el último día de clase, ya olía a vacaciones, a playa y piscina. El sol en lo alto del cielo azul apretaba de lo lindo, era un mes de junio cálido, los alumnos con cara de alegría y felicidad y su corazón encogido, esperaban en clase la llegada de su tutor.
Era el último día que estaban todos juntos, pues aunque todos se irían al mismo instituto para estudiar ESO y bachillerato y al terminar se irían a tomar una pizza, ya nada sería igual, pues juntos en una clase a todos no le iba a tocar.
Con un libro bajo el brazo, mirando el reloj, pues tenía mucho aún que contar, llegó su viejo maestro, para el que también era su último día de clase, apenas había podido dormir, pues se enfrentaba a un nuevo paisaje: su jubilación.
Saludó a todos con un cariño especial, encendió el ordenador, se puso las gafas de cerca y comenzó a dar su última clase.
Sonó la música, la canción que más le había gustado a todos cuando celebraron el curso pasado el día de la paz, todos se quedaron sorprendidos, pues a su maestro que siempre estaba tan seguro, le costaba leer una pequeña chuleta que sacó de la cartera. No solía leer nada, le encantaba darle pequeños discursos, reflexiones, pero todos se dieron cuenta que era un día especial para él.
Fueron cuatro renglones que hablaban de su amor por la escuela, por los niños, de sus emociones acumuladas después de tantos años dedicado a educar, de lo que se llevaba en su mochila. Terminó explicando su última tarea, sus últimos deberes, propuso que espontáneamente cada uno dijese una anécdota, experiencia, de los años compartidos para introducirla en las mochilas de cada uno.
A todos les pareció genial la idea, los deberes tan poco valorados por todos, se convirtieron en una herramienta motivadora.
Empezaron a oírse cuchicheos, risas, en un ambiente distendido, las frases rebotaban como balones en la memoria de todos:

-Me quedo con la cara de mamá y papá el primer día que me dejaron en clase de infantil, era un poema.
-Nunca olvidaré el partido de fútbol que jugamos con los maestros, a pesar de la derrota.
-¿Os acordáis del día que traje mi hámster en 3º y se salió de la jaula? ¡ Qué gritos! Más de una de vosotras se subió a la mesa.
-Me quedo con el alboroto que se preparó en clase el día que la señorita nos dijo que el esternocleidomastoideo es el músculo que más se ejercita cuando nos damos un beso con mucha pasión.
-Siempre me acompañará la imagen de Yeray cuando fuimos a Cantabria y vio por primera vez el mar, pronto se atrevió a chapotear sobre las olas de agua azul.
-¿Qué me decís de las aulas de la naturaleza en Valdeavellano?. La primera vez que dormíamos fuera de casa. La actividad de observar una mariposa chupando el néctar de las flores con los prismáticos nos impactó a todos.
-Y el día que nos llevó Manolo, el maestro de E.F. en su coche a jugar a Mogarraz y a la vuelta no le arrancaba y tuvimos que empujarlo.
-Para mí lo mejor que me ha pasado es conseguir la amistad de la gran mayoría de vosotros, aquí he conocido a mis mejores amigos.
-¿Y el día que vinieron a cantar y bailar los chicos del instituto?. Fue una pasada, la mayoría de nosotras estábamos loquitas perdidas por ellos.
-Y las horas que nos llevó la asamblea para resolver el problema del balón de baloncesto, que siempre desaparecía y era porque los chicos solo querían fútbol y habíamos decidido que cada semana había que jugar a una cosa.

La clase llegaba al final, el viejo maestro tomó la palabra y también quiso en ese día tan especial hacer su aportación a las mochilas de todos. Se sentó en su mesa como acostumbraba cuando contaba algo importante y comenzó:

-No olvidéis nunca de meter en vuestro estuche unas gafas mágicas para manejar la realidad a vuestro antojo, está bien que aprendáis las partes de la flor, que el perro es mamífero , pero me dolería mucho que os olvidarais de la belleza de la flor, de que el perro tiene sentimientos. De nada sirve memorizar los colores del arco iris, si cuando llueve y hace sol no salís disparados hacia el balcón o que un iglú se pueda construir una tarde de calor sofocante para congelar lo mejor del verano.

Seguir disfrutando con vuestros juegos, que le ganen siempre la partida a la televisión y recordar que la mejor diversión es vivir la vida con ilusión y encima es gratis.

Poco a poco su voz se fue apagando, solo faltaba el cordón para cerrar las mochilas, espontáneamente todos se unieron en un abrazo en torno al maestro, cerrándose así una maravillosa etapa.

Antonio Castaño


Tautogramas

Para pedir pan pondré paquetes pequeños picoteando piedades paseantes.

*

Mi mirada miró maravillosos manantiales manando miel
Mientras masajeaba mis músculos mejoraban mucho mis melodías.

Antonio Castaño


Bola de nieve

Y
el
mar 
Egeo
quedó
oscuro
tintado
olvidado

(Por la tragedia de los refugiados)

Antonio Castaño


Mitín electoral (ejercicio de estilo)
Compañeros acabo de llegar a la estación de Saint-Lazare y me he encontrado con un tipo joven de 26 años, altanero, con sombrero de fieltro con cordón en lugar de cinta y un cuello muy largo como si se lo hubiesen estirado. Y vosotros os preguntaréis a qué cuentos viene esta historia, pues os digo que representa la nueva derecha, una derecha estirada, que no sabe compartir, que se enfada con los vecinos, que no soporta que le empujen en el metro, cuando un viajero se precipita hacia un asiento libre.

Pero para más inri, compañeros, al mismo tipo me lo había encontrado dos horas antes en la plaza de Roma hablando con un compañero que le decía: “ Deberías ponerte un botón más en el abrigo”, y aquí os quiero llevar: ¿cómo es posible que uno cualquiera, en cualquier esquina, pueda decidir dónde poner un botón?. Hace falta un cambio en la política social de este país.

Antonio Castaño


S+7

En un autobús repleto
en hora punta subí
y entre todos los viajeros
ví al más raro de París.

Era un hombre cuellilargo
estirado, veinteañero
con cordón en vez de cinta
en su fieltrado sombrero.

Al poco me sorprendió
como trató a su vecino
al que acusó de empujarle
ya bajaran tres o cinco.

Contrastaba su dureza
con su tono lastimero
y en cuanto vio un sitio libre
se abalanzó como un cuervo.

Cuando ya me había olvidado
del tipo y de su talante
lo encontré en la Plaza Roma
justo dos horas más tarde.

Ante la Estación "San Lázaro"
estaba con un compañero
escuchando atentamente
mientras le daba un consejo:

Quizá deberías añadir
un botón más a tu abrigo
justo ahí, en el escote
para que no te entre frío...

Mercedes González


Bola de nieve

A
mi
sol
bien
amado
atento
festivo
generoso
compañero
remitiendo
tautogramas
deambulantes

Mercedes González


Tautograma

Caminaba cautelosa Carmina
cantando contenta canciones
cogiendo campestres campanitas
colmaba cestas con colores.

Mercedes González


50 palabras

Para cuando fuiste a jugar al fútbol y chutaste el balón en la dirección equivocada, y tus amigos se enfadaron contigo porque erraste el tiro que hubiera llevado al equipo a la victoria...

Para cuando volviste del colegio triste porque olvidaste meter en el estuche tus pinturas favoritas para la clase de Plástica y para cuando papá y mamá se enfadaron porque no querías hacer los deberes...

Para cuando perdiste aquel coche de juguete que tanto te gustaba y para cuando te embargó la tristeza porque aquel hamster al que tenías tanto cariño se cansó de dar vueltas en su jaula...

Para cuando tú, que amabas el baloncesto, descubriste que no medías los suficiente para llegar sin esfuerzo a la canasta...

Para cuando te enfadabas porque no podías conseguir tantos juegos de ordenador como deseabas y discutías porque se te recalcaba que aunque no fuera malo que te ocuparan a ratos, nunca debían sustituir a la diversión de nadar en una piscina y compartir una pizza al calor de la amistad...

O para cuando te insistía para tu disgusto, que ver la televisión nunca te proporcionaría el placer ni te llevaría tan lejos como lo haría leer un buen libro antes de dormir que haría que olvidaras incluso el reloj que te habría de despertar al día siguiente, poco después de quedarte dormido con las gafas puestas...

Para cuando en los tiempos del bachillerato estabas nervioso y ponías a los demás de los nervios con tus idas, venidas y salidas...

Para cuando tras aquellas felices vacaciones de mar y playa descubriste un día que fuiste a bailar a la chica que te gustaba, tensando un esternocleidomastoideo que no era el tuyo...

Para cuando todo pareciera volverse de hielo a tu alrededor, dentro de mi corazón y siempre dispuesto a cobijarte, con amorconstruí hace ya tiempo un iglú para tí.

Y decoré esa aislante casa con el más bello paisaje que la naturaleza pueda ofrecer.
En el azul de su cielo brilla un sol espléndido. Un agua cristalina brota de la fuente más escondida y en su caída reflejan sus gotas la luz, dibujando pequeños y maravillosos arcoiris.
Hay praderas cubiertas de flores y en ese mundo de paz y quietud, si miras con atención, sobre cualquier flor puedes ver unamariposa.
Hay una verde y suave hierba presta a acogerte y un perro siempre fiel que lamerá tus heridas.
La alegría que hallarás en los pajarillos que se acercarán a cantar, harán que imagines que la felicidad es posible. Y tal vez, cuando vuelva a hacerse el silencio, serás capaz de comprender la música.

Pero no lo construí para quedarse.

Es sólo un refugio desde el que, una vez reconfortado, deberás salir para emprender de nuevo el vuelo y encontrar otras moradas en las que alojarte, mientras construyes aquellas que harán que otros puedan alojarse en ti.

Mercedes González

jueves, 3 de diciembre de 2015

Pájaros en la cabeza

La sesión del viernes, 27 de noviembre, la dedicamos a los pájaros. ¿Por qué? Porque dicen que un buen escritor ha de tener pájaros en la cabeza.
Hablamos de Pablo Neruda y su Arte de pájaros, libro en el que posa su mirada sobre pájaros reales (pajarintos) y pájaros inventados (pajarantes). Dejamos un par de ejemplos al vuelo:

Jilguero

Entre los álamos pasó
un pequeño Dios amarillo:
veloz viajaba con el viento
y dejó en la altura un temblor,
una flauta de piedra pura,
un hilo de agua vertical,
el violín de la primavera:
como una pluma en una ráfaga
pasó, pequeña criatura
pulso del día, polvo, polen,
nada tal vez, pero temblando
quedó la luz, el día, el oro.

La octubrina

Nace vive y muere en Octubre
la tricolor octubrina:
tiene forma azul de revólver,
pluma de estirpe nacarada,
cola como un signo celeste
y es este pájaro oloroso
como la patria de la abeja:
canta siete notas de cobre:
luego siete notas de plata:
luego siete notas de lluvia.
Y muere la intensa octubrina
de muerte azul y natural.



Berta Artigal


Hicimos después un "avecedario" de aves y hablamos de Nial Binns y su Tratado sobre los buitres, donde encontramos el poema titulado "El prestigio de los pájaros"

El ruiseñor que canta en las noches de Keats
La golondrina que vuelve al balcón de Bécquer
La alondra que se encumbra, monarca del azul
Éstos sí que son pájaros que valen
pájaros con prestigio, que vuelan
como vuelan los hombres en sus sueños y cantan como cantan los poetas
Eso dice mi novia, y me pregunta
-¿por qué pierdes el tiempo con los buitres?

Y vimos, por último, dos libros más; Aves metropolitanas de Irlanda Tambascio y Los pájaros, de Germano Zullo y Albertine (Libros del Zorro Rojo). Podéis ver aquí una animación de Kim Young Jung.

Propusimos diferentes tareas de escritura, a elegir:

1. Si fuera un pájaro cuál serías
2. Escribe un texto sobre un pajarante (un pájaro inventado).
3. Escribe un trino (tweet) que no supere los 140 caracteres.
4. Escribe una historia que comience así: “Érase una vez una niña con la cabeza llena de pájaros. Un día...”

Dejamos aquí los trabajos que nos han enviado algunos de los participantes en el taller:


Si fueras pájaro...

Si fuera pájaro me gustaría ser golondrina. Me encanta su plumaje negro y blanco rematado con rojo anaranjado debajo del cuello, siempre dispuesta a volar y volar, su vuelo rápido, madrugando antes de la salida del sol, anunciando el amanecer con sus trinos y gorjeos, siempre he preferido la mañana.

Ave rural y urbana, disfruta del campo y la ciudad, sus nidos son balcones desde donde observan lo que pasa a su alrededor siempre desde la alturas, los hacen compartidos, amasando bolas de barro que pegan con gran habilidad.

Comen volando sin necesidad de parar, no le hace falta ni mantel ni delantal, lo mismo que hago cuando me pongo a caminar y el bocata me como en un plis plas. Para descansar se posan en los cables, le gusta comunicar.

Por último le gusta viajar, cambian de lugar y eso me apasiona, aquí llegan para recordarnos que el frío invierno llega a su fin, que empieza la primavera, será por esto y mucho más que las golondrinas han estado muy cerca del hombre y le han inspirado prosa y poesía.

Antonio Castaño


El dronino (pajarante)

El dronino es un pájaro de pico fino y plumaje azul marino, lo que le permite pasar totalmente desapercibido cuando miramos al cielo.

Pájaro bastante cotilla, le encanta quedarse quieto observando lo que pasa a su alrededor, incluso se atreve a espiar la conducta de los ciudadanos.

Tal es su habilidad que las fuerzas de seguridad lo están adiestrando para realizar trabajos de investigación para esclarecer determinados delitos, especialmente los cometidos por personas con demasiados pájaros en la cabeza.

Es por ello, por lo que hay estar atento y mirar fijamente al cielo de vez en cuando, podemos tener encima un dronino que está violando nuestra intimidad.

Antonio Castaño


Un trino (tweet)

Mi querida abubilla, te he visto esta mañana un tanto despeinada, ¿te ha pasado algo? Siempre me admira tu cresta en forma de abanico, sin un pelo fuera de su sitio, ibas hecha un adefesio.

Antonio Castaño


La niña con la cabeza llena de pájaros

Érase una vez una niña con la cabeza llena de pájaros. Un día salió de casa para ir al instituto, pero al dar la vuelta a la manzana, su cabeza comenzó a volar y volar, decidiendo rápidamente posarse en el parque. Llevaba varios noches con la cabeza alterada, así que se sentó y trató de de poner en orden sus pensamientos y para ello no tuvo más remedio que ordenar su enorme pajarera en que se había convertido su chilostra.
Una vez tranquilizada la algarabía, volvió a casa, se puso la minifalda, camiseta ajustada y zapatos de tacón y voló al instituto, donde le esperaba su pájaro azul, pero al verla su pájaro voló y de él no volvió a saber nada.
Así que regresó a su jaula, donde aún tenía muchos pájaros que atender, llamó a sus amigas para cotorrear un poco y tal vez volar a la realidad. Al verla llegar las cotorras callaron , transformándose en buitres carroñeros, aprovechó entonces para que ellos le sacasen sus pájaros de la cabeza. ¡Qué liberación!

Antonio Castaño


El mañanino
(Avis mane)

"De hábitos madrugadores y vuelo majestuoso, aparece lentamente cada mañana, el peculiar y grandioso mañanino dando luz al día y tiñendo el cielo todo, con sus plumas rojas y brillantemente amarillas salpicadas, a veces, con otras blancamente algodonadas.
En ocasiones, puede observarse como parece jugar con un ave nocturna, la platilunilla, cuando se cruzan en su vuelo y, antes de que ésta se aleje hasta hacerse invisible, para que no se vaya triste; se esfuerza en hacer más bello su trino adornándolo con notas y acordes multicolores.
Después, tan suavemente como hizo su aparición, el mañanino va alejándose con un apenas perceptible batir de alas hasta desaparecer completamente cuando el sol corona el cielo."
Te envío esto que acabo de escribir ahora. Si tengo otro ratito, me pondré con el resto de las tareas propuestas y te las enviaré igualmente.

PEB


La niña con pájaros en la cabeza

Con pájaros en su cabeza
salió María una mañana
al campo y maravillada
iba contemplando el alba.

Al pasar por un paraje
de árboles donde trinaban
los ruidosos pajarillos
que la mañana alegraban,

Al punto empezó a sentir
que su cabeza estallaba
pues pugnaban por salir
las aves que allí habitaban.

Y dejándose arrastrar
por lo que ellos deseaban
corrió libre y locamente
por el valle y la montaña.

Era su deseo tan grande
de volar que planeaba
tomando a veces altura
como si llevase alas.

Pero como en todo monte
al pájaro hay quien dispara,
así, asustados volvieron
los de María adonde estaban.

Y ella los dejó escondidos
partiendo en celdas su jaula
para impedir que salieran
si libertad desearan.

Mas no se olvidó de aquel día
en que en la altura volaba
y olvidado el cazador
los va dejando en las ramas...

PEB


Si fuera

Si fuera un pájaro, me gustaría ser un águila por su majestuosidad y belleza cuando con una libertad casi absoluta extiende sus alas y surca el cielo en un maravilloso e impresionante vuelo.
Rápida y audaz, todo cuanto se extiende bajo su potente mirada es pequeño desde arriba. Todo es distinto cuando se mira desde la perspectiva de la altura en la que se mueve el águila. Y, mientras incluso las altas cimas quedan bajo sus ojos, el cielo y el sol la acarician iluminando su plumaje, mientras es mecida por el aire y la brisa.

PEB


Tuit

Gorriones del campo y también de la ciudad, tan desapercibidos por adaptados. ¡Ay si en vuestro gregarismo se insuflara libertad!.

PEB

miércoles, 18 de noviembre de 2015

Ligero de equipaje

La sesión del día 13 de noviembre la dedicamos a los viajes. Y para ello tomamos como título unos versos de Antonio Machado: "Ligero de equipaje"
La tarea de escribir se asemeja a la de preparar un viaje: hay que elegir un destino, organizar el equipaje, elegir el vehículo, buscar un asiento privilegiado para no perdernos ni un detalle y compartir finalmente la experiencia de dicho viaje.
En ocasiones es preciso hacer transbordos, esperar, llenar el tiempo, ser pacientes.
Ligero de equipaje es un viaje de ida y vuelta por el territorio de la escritura.
Humor, espontaneidad, ingenio e imaginación conforman la maleta ideal para este viaje.
En el taller se trabaja la escritura automática, la improvisación, el haiku, el microrrelato y la descripción (en forma de postal).




Monumento de Maletas. Aeropuerto Merino Benitez (Chile).


Estas son las tareas que propusimos

1. Selecciona distintas frases del crucigrama que te haya tocado y escribe un texto similar a "El arte pop" de Esteban Peicovich, en su libro "Poemas plagiados"

Hombre que huye de la sociedad
campo dispuesto para la lid
expongo al fuego un manjar crudo
de la naturaleza del hueso
Especie de cuervo
mamífero carnicero plantígrado
que produce azúcar
muy inhumana y despiadada
Árbol de sombra y buena madera
piedra de sacrificios
reo a quien se aplica la pena de muerte
con ira, coléricamente
Marinero que gobierna el timón
camina de un lado a otro
comprometido en amores
de una raza pura

(Algunas indicaciones de Palabras Cruzadas)


Repetido y coloquial. Madre

Ónix, ágata listada
símbolo de la unidad astrónomica
relativa a las artes
pasta para sellar.
Sufijo que indica agente
símbolo del plomo
por lo coloquial, en voz baja...
símbolo del titanio.
Apócope de tanto
metro o verso
abreviatura de mártir
poema lírico.


Pinta en bastos (PEB)


Nombre de varón (Poema de amor "cruzado")

Persona de mucha dignidad
se dice del viento que sopla entre poniente y tramontana
símbolo del plomo
onomatopeya del bufido del gato.
Metal raro; símbolo, Sm
búfalo de la isla Célebes
delgado y débil
que fácilmente se aviene a admitir lo que se le da.
Hermano de Abel
relativo a la horticultura
planta crucífera
en América, hembra del loro.
Dicho de un perro: acostumbrado a la caza
juego del escondite
metal añadido a una liga...
país de los moabitas.


Pinta en bastos (PEB)


Poema lírico

Nombre de varón
Hermano de Abel
Jugador fullero
Persona de mucha dignidad
Conjunto de movimientos corporales
que se realizan para mejorar la forma física
Delgado y débil
Lujurioso, campeón
Sensato,prudente
Repetido y coloquial.


Antonio Castaño


2. Trata de meter en el equipaje de tu texto las siguientes palabras:
almohada, prismáticos, pijama, móvil, libro, bikini, cartas, sombrilla, nevera, bata, dentífrico, píldoras, hemoal, gafas, cámara, corbata, gato, toalla, biblia, cuaderno


Hacer las maletas

Siempre odié hacer las maletas. Mi mejor maleta son los sueños previos del viaje, soñar en una nube, así que esta tarde no tuve dudas en coger mi almohada donde planifiqué mi viaje y mis sueños.
Lo demás apenas me interesa, pero como la lista es larga y soy de equipaje ligero, llevaré un libro con el siempre asocio el viaje y mi cámara, mi fiel compañera que me guardará y contrastará mis sueños, que también anotaré en el cuaderno de viaje.
Lo demás apenas me interesa, llevo mi almohada cargada de ilusión y sueños que espero hacer realidad. Así no perderé mi equipaje, todo quedará en el cuaderno y mi memoria.

Antonio Castaño



3. Encarámate con la imaginación a un medio de transporte (el que quieras) y trata de recoger en un haiku alguna escena maravillosa que se te ofrece desde la ventanilla

Ventana del tren
mirando a lo lejos
sueño contigo.

En bici al río
recuerdo a mi padre
sonrío triste.

La carretera
y el sol entre las nubes
todo ilumina.

Desde un trineo
los perros y la nieve
corren al compás.

Desde un globo
brilla un ave que cruza
es libre, pienso.

Mis pies deprisa
a lo lejos un violín
mi alma canta.

En submarino
todo es oscuridad
siento angustia.


Pinta en bastos (PEB)


Por el camino
cruzan los peregrinos
con paso fino.

Noche brillante
cielo de nubes blancas
luna creciente.

Viajar en globo
permite volar, volar
soñar, soñar.

Andar caminos
y recorrer senderos
es mi destino.

Viajar en bici
autobús, tren, avión
¡qué emoción!

Antonio Castaño


4. Escribe un breve texto imitando el "Poemo" de Jesús Lizano. Piensa primero las palabras que vas a emplear.

Me asomé a la balcona
y contemplé la ciela
poblada por los estrellos.
Sentí fría en mi caro
me froté los monos
y me puse la abriga
y pensé: qué ideo,
qué ideo tan negro.
Diosa mía, exclamé:
qué oscuro es el nocho
y qué solo mi almo
perdido entre las vientas
y entre las fuegas,
entre los rejos.
El vido nos traiciona,
mi cabezo se pierde,
qué triste el aventuro
de vivir. Y estuvo a punto
de tirarme a la vacía...
Qué poemo.
Y con lágrimas en las ojas
me metí en el camo.
A ver, pensé, si las sueñas
o los fantasmos
me centran la pensamienta
y olvido que la munda
no es como la vemos
y que todo es un farso
y que el vido es el muerto,
un tragedio.
Tras toda, nado.
Vivir. Morir:
qué mierdo. 


Poemo de un mañano de verana

Antes de llegar el dío
suena mi despertadora
como esa galla cantora
cuyo cresto pinzaría.

Abro el boco, una ojuela...
me doy medio vuelto en la lecha
antes de asumir la hecha
de que he de pisar la suela.

Dejando atrás ya la onírica
del nocho yo me levanto
y compruebo con espanto
que está oscura y hace fría.

Mas ya me asomo al ventano
y oigo una pájara que trina
regalándome la oída
mientras saluda al mañano.


Pinta en bastos (PEB)



Transbordo

Al atardecer la ciela adquirió una colora rojiza, lentamente la negra fue devorando la colora, haciéndose visibles en ese momento unas puntitas diminutas: los estrellos.
Era un nocho con mucha vienta, sobre el colino divisamos con las ojas dos puntitas rojas que con gran rapidez se extendían por el horizonte, varias fuegas comenzaban a calcinar las sueñas de muchas habitantas del comarco, arruinándoles su vido.

Antonio Castaño


5. Escribe una postal. Pero cuenta en ella lo mal que te lo estás pasando y lo horrible que es el lugar que visitas.

Postal

Querido amigo desde esta ciudad inhóspita te mando esta postal para decirte que el avión salió con bastante retraso, por lo que llegamos tan tarde que el metro estaba cerrado y los 4 taxis se los rifaron. Tuvimos que sestear en el aeropuerto presos a las maletas, bajo un olor impenetrable a ambientador barato y la mirada atroz de la policía. ¡Sospechosos nosotros!
El hotel, ni te cuento, perdido en las afueras, en una urbanización a medias, apenas 4 parejas nos hacemos compañía.
Espero que hoy comience otro viaje, porque hasta ahora envidia, envidia, cómo ves te puedo dar poca.
Un abrazo

Antonio Cataño

Ser urbano

La sesión del viernes, 30 de octubre, la dedicamos a la ciudad, de ahí el título "Ser urbano".
Las ciudades están llenas de personajes de leyenda, de personas que dejaron huella y se resisten al olvido convertidos en busto, escultura o medallón, personas significativas o pintorescas, anunciantes clasificados, protagonistas de sucesos, miles de ciudadanos anónimos. Detrás de cada uno de ellos hay una historia real y muchas otras ficticias. Algunas ya han sido escritas, otras aún están por escribir. Son estos ciudadanos, los anónimos, a los que vamos a referirnos y en los que vamos a poner la vista y las palabras.
Ser urbano es un taller que reflexiona sobre el ser humano y urbano, y todo lo que conlleva vivir en la ciudad.



Propusimos varias tareas de escritura.

1. Escribe sobre la imagen de una pared una consigna política, una declaración de amor, un pensamiento o un desahogo. La propuesta está tomada del libro "Manual de recreo" de Bruno Gibert (Editorial Thule). El autor deja claro que "Queda permitido por ley escribir sobre estas paredes". Mostramos aquí lo que escribió Antonio Castaño:



En esta pared blanca quisiera escribir todos mis sueños y hacerlos realidad.
Que todos los amaneceres traigan de la mano la paz.

Antonio Castaño


2. Lee con atención los nombres extraídos de las páginas blancas de Salamanca que conforman la siguiente lista. Detrás de cada uno de ellos hay una historia anónima y numerosos equívocos, anécdotas y situaciones curiosas. Elige uno, o varios y escribe un texto que refleje la vida o un episodio del personaje elegido. Dejamos aquí el texto que escribió Antonio Castaño:

Aquel día como de costumbre Ángel Recio abrió su peluquería con media hora de retraso, allí le esperaba su cliente Guerrero Bravo con sus cuatro pelos erizados por la rabia contenida por tanta tardanza. No se saludaron, se miraron de reojo para iniciar su dosis mensual de acalorada discusión. Después de recias embestidas y bravos arranques, Ángel Recio una vez más cogió su estoque (tijeras), rematando una vez más, la faena con decoro.

Y aquí otro texto, en este caso de PEB, titulado "Diez Amores tiene mal de amores":

Era una bonita mañana de primavera y Segundo Diez Amores un hombre joven de ciudad, que estaba pasando unos días de vacaciones en el pueblo de sus abuelos, había dormido poco y mal pensando en Linda Viuda de Casado; el único amor que había tenido en su vida y que le había dejado plantado recientemente. Haciendo acopio de la poca voluntad que últimamente le acompañaba, decidió tras un breve desayuno, dar un paseo por el campo donde el aire fresco de la mañana y el alegre trino de los pajarillos tal vez lograran sacarle de aquel semicatatónico estado en el que últimamente se hallaba sumido.

A pesar de que su casa estaba situada a las afueras del pueblo y desde allí podría haberse dirigido directamente hacia campestres caminos, decidió ir en dirección al río y cruzar por ello varias calles pensando que a tan temprana hora no encontraría a nadie transitando por ellas. Necesitaba estar completamente solo y en contacto con la naturaleza. Necesitaba pensar y replantearse su vida.

Sin embargo, apenas hubo cerrado la puerta, apareció Modesto Barrio Bobo quien había quedado en encontrarse con Narciso Calle Hermosa que vivía desde niño, en un callejón cuya única salida iba a dar casi puerta con puerta con la suya.

Modesto estaba también tristón por aquel entonces, debido a que Augusto Guerrero Bravo, que siempre había sido un mosca muerta, había logrado conquistar y "robarle" a base de tesón y poesía a Amor Escolar, su novia de toda la vida.

Modesto y Narciso eran amigos casi desde su nacimiento y, curiosamente ambos hacían honor a sus nombres. Modesto, era modesto y algo descuidado en su aspecto a pesar de ser bastante guapo e inteligente en comparación con Narciso, el cual era un “narciso” que solía verse a sí mismo muy bien parecido y gustaba de pararse, mirarse al espejo y echarse a sí mismo algunas flores. Pero es de justicia decir que tenía también sus corazoncito y, al igual que su amigo de siempre para él; él tenía para Modesto reservado un rincón muy especial en aquel. Y poseía otra virtud muy útil para los momentos tristes. Era capaz de hacer reír a un muerto cuando se lo proponía y aún sin proponérselo porque la vida, como él mismo decía, a veces de por sí, tiene su guasa.

Por ello, a pesar de que había trasnochado y era domingo, no dudó en madrugar y, en el mismo sitio y a la misma hora, coincidió Diez Amores con Barrio Bobo y Calle Hermosa.

Narciso que salió por la puerta de su casa como un pimpollo y con una energía que no da ni el colacao, saludó a su alicaído amigo con una jovial palmada en la espalda y a Segundo con un apretón de manos que casi lo coloca el primero en la cola de urgencias del hospital más cercano. Tras sobreponerse a tan efusivo saludo, Diez Amores intentó dejarles solos, pero tanto Modesto como Narciso que no habían planeado ir a ningún lugar concreto, insistieron en acompañarlo hasta el río. De modo que los tres emprendieron ruta. Narciso muy animado, los otros dos, algo cabizbajos.

Atravesando el pueblo, vieron que el párroco, Don Santos Rincón de Dios ya estaba tomando el fresco de la mañana apaciblemente sentado en un machadero próximo a la ermita, junto con la beata Esperanza Parra Santa y el sacristán Plácido Escudero Mañoso. Ambos saludaron y preguntaron si habían visto a Tomás Moro de la Iglesia y a Inocente Borrego de Dios, los monaguillos que tenían que ayudar ese día en misa. El cura aprovechó para indicar a Segundo, Modesto y Narciso que no se alejaran mucho y fueran puntuales que el tema del sermón del día sería el amor. Todos asintieron y se miraron divertidos mientras proseguían su camino.

Un poco más adelante respondieron también al apresurado saludo del cabo Casto Teniente Churro que iba en una vespa junto a Avelino Palomo Lagunero, recientemente incorporado al cuartel del pueblo y, que se encontraba en él como en la gloria, pues tras haber sufrido burlas varias y constantes por sus apellidos desde pequeño, en la capital; allí pasaba desapercibido por esta cuestión. Ambos iban persiguiendo a Honorio Negro Ferrari y a Abelardo Tocino Prieto que corrían como alma que lleva el diablo porque el señor Ángel Recio y Santo Carnicero les había pillado corriendo detrás de sus gallinas, las únicas que quedaban ya en el pueblo, y había avisado a la Benemérita.

A medida que avanzaban, iban tornándose en elegre el humor de Diez Amores y Barrio Bobo. Y Calle Hermosa, a quién no se le escapaba una, aprovechó la ocasión para llamar a la puerta de Amador Leite Pascual e instarle a que les acompañara también. Amador era más amante del orujo que de la leche y antes de salir, les ofreció un traguito que los otros aceptaron por cortesía y porque iba acompañado de unas perrunillas que hacía su madre y que dejaban sin sentido.
Era Amador un juerguista natural y junto con Narciso, ya en el camino del río empezaron a bromear sobre los curiosos apellidos que todos tenían en el pueblo, y al saber que también Diez Amores sufría como Barrio Bobo, mal de amores; empezó a contar algunas anécdotas relacionadas que hubieran dado buena cuerda para una película.

Fue así como Modesto se enteró de que Ronaldo Macarrilla Franco siempre había sido en su etapa escolar, blanco de las burlas de Paco Mier de Cilla, porque jugaba fatal al fútbol y alguna vez llegó a meter gol en su propia portería.
También de que Pepe Lotudo había andado detrás durante mucho tiempo de Ana Tomía pero que ésta, finalmente decidió casarse con Cojoncio Lucas Trado, lo que supuso un duro golpe para Pepe, del cual se recuperó, meses más tarde, al enamorarse perdidamente de Debora Dora de Cabezas, con la que se casó poco tiempo después de que Cupido hiciera blanco con su flecha en los pechos de ambos.
Y, ¡cómo no!, de la sonada historia del hijo de aquella primera familia hispano marroquí que se instaló en el pueblo; Omar Icón, quien tras mantener dos tórridos y comentados romances con Lucila Tanga y Presentación de Piernas respectivamente; terminó diciéndole el "Sí, quiero" ante Don Santos Rincón de Dios y toda la población de la villa y de los alrededores, a la ya dos veces viuda, Blanca Viuda de Inocente...

Entre esas y otras historias, ya de por sí con su "miga", y la guasa con la que las contaban Narciso y Honorio; tanto Segundo como Modesto fueron olvidando las penas que les hicieron salir tristes de su casa hacía rato y llegada la hora de la comida, sin haber reparado en que se habían perdido el recomendado sermón del amor en misa; volvieron al pueblo con la intención de repetir los paseos cada vez que se presentara la oportunidad.

Diez Amores ahora tenía más que diez increíbles historias en memoria.
Tras unos días en el pueblo de su abuela, en contacto con los prados, montañas y flores y con las gentes del lugar; volvía a ver el lado bueno de la vida. Y fue así como volvió con renovadas energías a su aburrido trabajo en la ciudad, prometiéndose que algún día lo cambiaría por alguno que le permitiera estar más en contacto con la Naturaleza, quizás en el pueblo de sus abuelos...

3. Hay listas de la compra que sugieren muchas historias. Trata de escribir la tuya relacionando los productos del ticket de la compra que te adjuntamos:

A la chica que lo atendía le surgió un imprevisto a última hora, por lo que aquel día se vio solo y desamparado. Se las arregló como pudo con su cayado, deambulando por la casa apoyado en las paredes. Una vez que se equilibró, le echó valor a su situación, decidió afeitarse. Cogió las hojillas de afeitar, haciendo un esfuerzo consiguió amarrar su pulso para rasurar su cara sin dejar una huella cortante.
Una vez aseado, decidió cómo organizar la comida. Al abrir la nevera se encuentra con un cuarto de kilo de morcillo. Como hacía bastante tiempo que tenía prohibido el acceso a los cuchillos por sus arrebatos asesinos, encuentra un destral con el que filetea gruesamente el morcillo, salpicando suelo y paredes con la sangre que aún estaba fresca dentro de la carne
Para evitar tentaciones, respiró hondo, se tranquilizó cogió el estropajo no dejando huella de su aventura.

Antonio Castaño


4. Escribe tu propio anuncio por palabras.  Puedes comprar, vender, alquilar, regalar, subastar o contratar lo que quieras.

Vendo bicicleta llena de historias en sus ruedas. Muy apta para viajeros que sueñen.
Se vende burro bien enseñado.
Se traspasa almacén de drogas en avenida con mucho tráfico. Excelente oportunidad de negocio.

Antonio Castaño



5. Escribe tu propio epitafio o, si eres supersticioso, uno ajeno, pero antes toca madera de caja de pino

Siempre le encantó caminar con el viento de cara.

Antonio Castaño


Y aquí otro repertorio de textos escritos por componentes del taller pero que no están sujetos a ninguna tarea marcada:


Ir y venir por la ciudad

Al llegar del pueblo a la ciudad
produce gran ansiedad:
todo se mueve sin parar,
unos vienen y otros van
deambulan, vienen y van,
otros van sin saber dónde irán.

¿Qué decir de los que llegan
y no dejan de parar?

La ciudad se mueve como el mar
olas de peatones se desplazan al compás
de semáforos, y policías al silbar.
Por las aceras van y vienen sin mirar,
unos te adelantan y te dejan atrás,
otros apenas caminan y no dejan pasar,
están los que te ayudan a nadar en la ciudad,
los que no cumplen normas,
los que disfrutan de la ciudad,
los que tienen prisa,
los que se echan unas risas,
y cómo no
aquellos que vienen y no volverán.

Antonio Castaño


Las ventanas

Las contemplo desde el privilegio que da la altura, a la caza de algo que llevarme a los ojos. Como un ojeador.
Ahí están ellas, sugerentes y generosas, regalándome información: Las hay recatadas, veladas a los ojos del observador,  otras se muestran casquivanas, sin pudor; estas me regalan los horarios y hábitos de sus dueños, a qué hora se acuestan, qué comen, que leen...
La mujer del quinto compra ajos por San Pedro, los cuelga, protegidos de la lluvia y el sol; de vez en cuando la veo asomarse con su delantal impoluto, se empina y alarga la mano para robar unos dientes a la cabeza, que ha elegido con cuidado.
Unos minutos después, oigo el sonido machacón de un mortero. Casi puedo percibir el olor del guiso.
Los estudiantes del tercero sacan un colchón a la terraza los días soleados de otoño. Abren unas cervezas y acercan la llama del mechero a un porro, que antes han liado con el mismo esmero de quien hace una obra de arte.
Me gusta contemplarlas cuando llega la noche, y, las casquivanas me cuentan que hacen los habitantes a última hora del día: Algunos vecinos se tumban sobre el sofá, levantando los brazos al cielo. Están pidiendo que el sueño dure hasta el alba.
Otros abren un libro, después de completar el ritual del lector, preparar asiento cerca de una mesa donde apoyar libreta, lápiz, alguna bebida y algún cigarrillo ¿Por qué no?
Y, qué deciros de esas ventanas madrugadoras, abiertas de par en par. Me gusta observar como sus dueños las someten a una limpieza casi quirúrgica, quitan polvo y telarañas para pulverizarlas con algún líquido, que seguro es tóxico, pero las dejan transparentes, después de pasar una mano secadora con la misma rapidez que lo haría un robot; a continuación las abren y cierran para observar que ni una mota de polvo impedirá a la luz su viaje.

Mariana Galán

miércoles, 11 de noviembre de 2015

Y si después de tantas palabras

La segunda sesión del taller corrió a cargo de Vicente Martín, alumno aventajado del Taller de Escritura de la Casa de las Conchas. El fue el encargado de animar la sesión. El título tiene que ver con un poema de César Vallejo que dice:

¡Y si después de tantas palabras,
no sobrevive la palabra!
¡Si después de las alas de los pájaros,
no sobrevive el pájaro parado!
¡Más valdría, en verdad,
que se lo coman todo y acabemos! […]



Para abrir boca y ganarse al auditorio recitó el poema "No te detengas" de Walt Whitman.
A continuación Vicente presentó y leyó el libro La gran fábrica de las palabras, un texto poético de Agnès de Lestrade, ilustrado por Valeria Docampo. Una certera reflexión sobre el uso y desuso de las palabras:




Pero además de este libro Vicente se llevó bajo el brazo otro álbum ilustrado titulado Palabras de Jesús Marchamalo e ilustrado por Mo Gutiérrez.

En la ficha que entregó a los participantes del taller figuraban otra serie de textos relacionados con las palabras, uno de ellos de Juan José Millás titulado, cómo no, "Palabras":

Si al abrir la boca, en lugar de palabras, nos salieran libélulas, estudiaríamos entomología para conocernos mejor. Pero las palabras son también formas biológicas perfectamente articuladas que segregan ideas como las serpientes veneno o las abejas miel. El entomólogo de las palabras es el lexicógrafo, al que no es raro ver en las esquinas armado de una red con la que atrapa voces que luego ordena, al modo de una colección de insectos, en el interior de un volumen. La diferencia entre el diccionario y las cajas de escarabajos atravesados por un alfiler es que en un buen diccionario de uso las palabras se mantienen vivas. Las hay con cabeza, tórax y abdomen, o con caparazón, artejos, aguijones y labros. Muchas poseen unas formaciones oscuras que al levantarse con el misterio de las faldas dejan ver esa suerte de lencería fina, los élitros, con los que vuelan alrededor de los labios de las mujeres y los hombres antes de diluirse en el aire como el hielo en agua.
Hay palabras que dicen lo contrario de lo que significan y palabras que aun no significando nada consiguen atravesar la barrera de los dientes y aletear como un pájaro ciego durante unos instantes ante nuestros oídos. Algunas viven siglos y otras desaparecen a las 24 horas de ser alumbradas. Muchas sólo nacen para fecundar el lenguaje, por el que son devoradas una vez cumplida su función reproductora. A ciertas voces, después de haber sido encerradas dentro de una definición, se les escapa el significado, como el jugo de una fruta abierta, y cuando vuelves a usarlas no tienen sentido o han adquirido uno nuevo y sorprendente.
Un diccionario, pues, viene a ser un terrario en el que en lugar de ver salamandras o ranas o tritones vemos la palabra “salamandra”, la palabra “rana”, la palabra “tritón”, incluso la palabra “palabra”, mostrándonos sus hábitos significativos o formales, sus articulaciones, su extracción social, sus intereses. Aguilar acaba de publicar el de Manuel Seco, que constituye hoy por hoy el mejor zoológico de términos vivos conocido. Al recorrerlo, uno se da cuenta de que estamos hechos de palabras, como la Biblia o el Quijote, a cuyo lado debería de haber siempre un diccionario.


Como tarea de escritura propusimos escribir un texto empleando alguna de estas expresiones:

1. Pedir la palabra
2. Dejar a alguien con la palabra en la boca.
3. Ni media palabra.
4. Tomar la palabra.
5. No tener más que palabras.

Estos son algunos de los trabajos enviados:


En medio del aquel grupo, los dos se miraron sin mediar palabra. Sabían que era la última vez que estarían juntos y, ni siquiera podían escaparse para darse el último beso. Tenían tanto que decirse, que no dejaban de mirarse, y, solo ellos, oían aquellas palabras mudas. Mientras todos sonreían y se despedían con deseos de volverse a encontrar pronto y nunca perder el contacto, ellos supieron que jamás volverían a verse y que cada noche guardarían en silencio aquellos besos y tantas palabras…

Rosalía González


Ni media palabra...

“Me gustaría pedir la palabra para aquellos a quienes no dejan articular ni media palabra.
Si alguna vez pudieran hablar, tal vez podrían dejar con la palabra en la boca a los que, teniendo por costumbre tomar la palabra, no tienen más que palabras.”

Ni media palabra
sale de mi boca
cuando mis ojos contemplan
lo que a mi alma toca.

Ni media palabra
si paso y te miro
pues con la mirada
todo nos decimos.

Ni media palabra
allá en la montaña
mientras miro yo
el valle y el agua.

Ni media palabra
si me asomo al río
y refleja tu rostro
muy cerca del mío.

Ni media palabra
frente al ancho mar
absorta en sus olas
y en su inmensidad.

Ni media palabra
si me veo en tus pupilas
y me siento más buena
porque tú me miras.

Ni media palabra
cuando sigo el vuelo
de aquella ave libre
que se eleva al cielo.

Ni media palabra
si tomas mi mano
y alzando los ojos
juntos la miramos.

Ni media palabra
mirando las flores
que inundan los campos
de lindos colores.

Ni media palabra…
pues las mariposas
emprenden su vuelo
y al salir me ahogan.

Ni media palabra
ni triste, ni alegre
cuando oigo la música
que a mi ser trasciende.

Ni media palabra
si escucho tu voz
susurrando en mi oído
palabras de amor.

Ni media palabra
ante ese poema
que con bellas palabras
tan lejos me lleva.

Ni media palabra
asiste a mi razón
cuando tú te acercas
a mi corazón…

Pinta en bastos


Te recuerdo. Cuando esto ocurre fluyen las palabras cómo agua que se escapa entre las grietas de un glaciar.
Siento en mi boca el ahogo que produciría el coágulo gelatinoso y tibio de un vómito sanguinolento, tal es la sensación que me transmite tu recuerdo.
Me impresionó tu humanidad de hombre del Renacimiento. Nos pedíamos la palabra: Tú me hablabas de Hassan i Sabbah, yo te contaba cuánto disfruté leyendo a Balzac en mis años de adolescencia tardía. Cómo me gustaba cuando contabas tu historia de nieto de emigrante republicano irlandés, voluntario en la guerra civil de España, de las idas y venidas de tu familia de un país a otro, de cómo te enrolaste en un carguero y del accidente tan grave que tuviste en el, tanto que tuvieron que operarte para extraer un trozo de metal que se incrustó en el abdomen.
A partir de aquí ni media palabra. Desapareciste.
Te busco en cada una de ellas y aparece nítido tu recuerdo, de nuevo esa sensación de ahogo que me estremece de miedo. Miedo a no tener más que palabras.

Mariana Galán

Tirar del hilo. O cómo iniciar una historia

La primera sesión del taller la dedicamos a conocernos más de cerca y a jugar con las palabras.
Nos servimos de una serie de dinámicas parar perderle el miedo al folio en blanco y para abrir una historia con fuerza y hasta nos atrevimos a escribir una "Oda a la cebolla".
También exploramos en el terreno de los recuerdos e hicimos inventario de alguno de ellos.

Como tarea para casa propusimos un texto autobiográfico. Unas líneas a través de las cuáles el lector sepa quiénes somos y pueda reconocernos. Un retrato con palabras.

Estos son algunos de los trabajos:



"M. G. cuya cara inocente, su mirada limpia y directa y su gesto tímido tratando a duras penas de disimular la risa ante la cámara del fotógrafo de su pueblo, posando para la foto de la escuela, ya dejaba en parte entrever lo que sería más tarde; se muestra ante ustedes como una mujer madura de cara más bien cuadrada y tez muy blanca antaño salpicada por multitud de pecas y que hoy, apenas interrumpida por algunas manchas propias del tiempo y el sol; está recorrida por arrugas verticales, horizontales e incluso transversas que se ha encargado de labrar la vida y quizá también la genética.
De pómulos no muy prominentes exhibe, no sin cierto orgullo por ser emblema de la "ralea" de su padre, un marcado surco en su barbilla.
Sus ojos "protegidos" por lentes multifuncionales, son de tamaño mediano y de color castaño oscuro. Su mirada suele ser franca y directa, intensa a veces... Separadas, ligeramente arqueadas, ni muy finas ni muy gruesas, se sitúan a no demasiada altura sobre sus ojos, las cejas.
La nariz más bien chata. Junto a su aleta derecha puede apreciarse una leve cicatriz producto de una "herida de guerra" infantil.
De boca grande, sus labios son de mediano grosor y las comisuras de éstos se dirigen ligeramente hacia arriba. Los dientes no son de un blanco nuclear y distan de estar perfectamente alineados. De hecho, podría considerarse que los incisivos laterales torcidos y, sin llegar a tocarlos, "montados" sobre los centrales; es un rasgo que da un toque característico a su sonrisa.
La frente diríase que tiene una amplitud media, ni muy abultada ni plana y surcada, eso sí por las arrugas que el tiempo ha tenido a bien dejar marcadas. ¡Y bien puestas que están que su trabajito han costado!
El pelo que antes era de color castaño, hoy para cubrir las mechas blancas que naturalmente le salpican y también porque se siente más identificada con este color, es gracias al tinte, de una tonalidad cobriza. Poco dada a pasar demasiado tiempo ante el espejo recomponiendo la rebeldía de su rizado cabello, prefiere secarlo al aire, de ahí que luzca un poco desordenado."
Todos estos rasgos, muestran un rostro con un cierto equilibrio (baja Modesto que sube ella -jeje), con un cierto aire de seriedad que puede permanecer a veces impertérrito aunque las emociones hayan ido quedando indeleblemente grabadas en él."

Pinta en bastos






De un manotazo rompió el cristal que protegía la foto. ¡Sorpresa! Debajo apareció otra en tonos rojos, negros y blancos. Es una mujer. No es joven pero sugiere mucha vida.
El cabello rojo sobre negro, lacio, deja asomarse a unos pendientes que cuelgan y se columpian con cada movimiento de la cabeza. Se mira en uno de los trozos que han caído sobre la mesa y este le devuelve un arco iris, un poco anémico. Las cejas arqueadas hacen guardia a cada lado de un lunar abultado, como un tercer ojo. Estos oscuros y hundidos, su dueña le ha puesto un marco en verde y negro haciendo armonía con el rojo pasión de los labios, que protegidos por una nariz ancha se sienten amparados. Algunas pecas, herencia de la abuela pelirroja, igual que el lunar, duermen tranquilas en la piel de la cara.
Prendido de la camisa negra cuelga un escarabajo que intenta levantar el vuelo. No lo hará porque un artista lo convirtió en metal.
Intento rascar sobre el barniz de la foto, pero he decidido dejarlo para otro trabajo.

Mariana Galán




Debo decirte que has cambiado a mejor estos últimos años. Has refinado tu estilo y consigues dominar esas abundante cabellera indomable que tantos disgustos te ha dado en el pasado. Has conseguido muchas de las metas que te propusiste y tienes en la mente otras tantas que llevar a cabo, a pesar de que alguna se quedara en el tintero. No renunciarás a decir las cosas tal y como las piensas, a vivir al lado del mar, a dejar de escribir y a sacar una sonrisa a los que tienes a tu alrededor. Sigues pagando la deuda de los abrazos que en su día no diste, y cada vez te cuesta menos. Sabes que te queda un largo camino por recorrer y tu yo del futuro te estará esperando para verlo con los brazos abiertos.

Rosalía González

domingo, 4 de octubre de 2015

Tirar de hilo



La vida está llena de historias. Es como una gran piñata de hilos llena de sorpresas. Sólo es preciso aprender a tirar del hilo oportuno para descubrir qué secretos esconde en su interior. La lectura y la escritura nos permitirán acercarnos, de forma lúdica, a ese descubrimiento de la vida y del mundo. Pero mucho ojo con perder el hilo.