Hicimos un repaso por la vida y la obra de las componentes del grupo. Y trabajamos en torno a unos textos de los que dejamos aquí unas muestras como el poema "Búscame en ti" de Ernestina de Champourcín o "De qué trigal malherido" de Concha Méndez
Búscame en ti
Búscame en ti. La flecha de mi vida
ha clavado sus rumbos en tu pecho
y esquivo entre sus brazos el acecho
de las cien rutas que mi paso olvida.
Despójame del ansia desmedida
que abrasaba mi espíritu en barbecho.
El roce de tus manos ha deshecho
la audacia de mi frente envanecida.
Navegaré en tus pulsos. Dicha inerte
del silencio total. Ávida muerte
donde renacen, tuyos, mis sentidos.
Ahoga entre tus labios mi tristeza,
y esta inquietud punzante que ya empieza
a taladrar mi sien con sus latidos
De qué trigal malherido
¿De qué trigal malherido
te fueron a levantar
mi pobre ángel caído?
¿Acaso era tu destino
ir tan lejos a acabarte
y por eso tanta risa
tenías cuando marchaste?
¿Era la cita en Castilla
y esa noche castellana
para acogerte en sus brazos
a esa hora te esperaba?
¡Qué ajena estaba mi vida
a que tu vida marchaba
en un viaje de ida
sin más vuelta ni más nada!.
Las Sinsombrero es un proyecto transmedia que cuenta con una web con muchos recursos para conocer a este grupo espléndido de mujeres.
El proyecto parte del documental y de la investigación recogida en el libro "Las Sinsombrero" de Tania Balló. En la web encontramos la siguiente información al respecto:
En España, el año 1927 está asociado a la generación de artistas e intelectuales más fecunda del siglo XX. La denominada Generación del 27 se ha convertido en una de las marcas artísticas más reconocidas que identifica un momento crucial (1923-1936) en la historia cultural y social del país. El hecho de formar parte de esta Generación ha permitido que sus integrantes oficiales, entre los que se encuentran Federico García Lorca, Luís Buñuel, Salvador Dalí, Rafael Alberti o Luis Cernuda, hayan gozado de popularidad y hayan sido objeto de atención nacional e internacional.
Pero este reconocimiento solo existe hacia ellos, aunque en esta explosión creativa también había mujeres: surgió la que fuera la primera generación de mujeres que entró sin complejos en el mundo artístico.
Mujeres de gran talento, que compartieron entre ellas amistad, reflexiones y vivencias y que influyeron de forma decisiva en el arte y pensamiento español y, en algunos casos, debido a su producción en el exilio, en los estilos y géneros de artistas internacionales. La Guerra Civil supuso el fin de esa Generación, pero en el caso de ellas supuso también su condena al olvido.
Reconstituida la democracia, los nombres de sus colegas fueron recuperados y ensalzados, mientras que los de ellas permanecieron en silencio, perdiendo su lugar, de pleno derecho, dentro del relato oficial de la Generación del 27 y por consiguiente en la historia. María Teresa León, Ernestina de Champourcín, Rosa Chacel, Concha Méndez, Josefina de la Torre, María Zambrano, Maruja Mallo y Marga Gil Roësset son una representación de estas creadoras.
Propuestas de escritura
Escribe un texto homenaje a estas mujeres o a alguna de ellas en particular.
Y estos son algunos de los trabajos recibidos hasta ahora:
Mujeres de vanguardia (Generación del 27)
¡Aire fresco! Me viene a la mente al conocer la obra, y pensar en estas mujeres.Viento que arrasa que limpia y se lleva ideas caducas.
Las imagino avanzando con bandera en mano, por camino no trillado, con su manifiesto: Libertad de expresión. Y tras de ellas sus adeptos que siguen sus nuevas ideas.
Este grupo de hombres y mujeres, llamada: generación del 27 a principios del siglo xx . Fue una avanzada en las libertades especialmente para las mujeres.
Todas las artes confluyeron en ese grupo, en ese tiempo y en ese lugar, y entre ellos se mezclaba el concepto del pensamiento filosófico de María Zambrano, con la imagen poética de María Teresa León, Josefina de la Torre, Ernestina Champourcín, Concha Méndez, y Rosa Chacel y la imagen plástica de Maruja Mallo y Marga Gil
Marcaron tendencia no solo en las artes, sino en su actitud rompedora y abierta en los modos y costumbres de lo que debía ser una mujer en esa época. Participando en la vida pública; terreno que únicamente estaba reservado para los hombres. Asistían a tertulias, cafés...Y se atrevieron a ir por la calle sin sombrero.
Mi admiración por ellas , porque nos abrieron puertas a una nueva manera de expresarnos, sin tanto encorsetamiento.Y también por todas aquellas mujeres que sin ser reconocidas en el ámbito público, a nivel individual, en la familia en el trabajo...lucharon por cambiar y mejorar.
Por el coraje que emplearon enfrentando la batalla diaria ; ganando espacios de libertad.
M. Carmen Alonso Huerta
El amor que no cesa
( A Marga Gil Roësset)
Belleza sin igual en alma atormentada
por qué cierras los ojos y sesgas el corazón
dejando ciego al brillo del amor que no cesa.
Valiente defensora de ideas y palabras
te abandonaste toda, perdida y mutilada
tu insólita belleza no pudo con tu miedo.
Te llevaste la duda de lo que hubiera sido,
enlutaste tus ojos rebosantes de vida.
Pudo tu cobardía a ese tu amor callado.
No mereció la pena dejar todo tu empeño
en marcharte esa tarde truncada e inconfesa.
Con tu amor escondido te fuiste y tu silencio
destapó en su cordura la caja de los truenos.
Fuiste cobarde y fuerte, vencedora y vencida.
Sonsoles Palacios V.
Las sinsombrero, a pesar de todo, tan necesarias
Viajaba a Madrid el viernes pasado, la radio, ese maravilloso invento que siempre sumiso, nos acompaña en los viajes. De pronto, debió intuir que por la tarde no asistiría a mi clase de escritura, pues lanzó a las ondas un resumen de la lección que Raúl tenía preparada. Estaba claro hacer novillos no era lo mío.
Hablaba Almudena Grandes, quien a partir de una sentencia de una juez sobre la prohibición del velo en el lugar de trabajo, echó mano de aquella anécdota que tuvo lugar hace casi 100 años en la Puerta del Sol.
Cuatro amigos se quitan el sombrero porque les congestionaba las ideas. Lo que los espectadores vieron como una gamberrada en los hombres, provocando risas y comentarios, en las mujeres lo vieron como una provocación, insultándolas, intentando incluso agredirlas. Este hecho hizo que Maruja Mallo y Margarita Manso a partir de entonces se destapasen conscientemente para reivindicar su papel como mujeres, luchando por la igualdad, por hacer valer su trabajo dentro del mundo de las artes tan dominado por los hombres.
¡Qué gran lección la de estas mujeres! Su gesto simbólico, dio los primeros pasos para caminar hacia la igualdad, para hacerse notar. Su valentía, permitió que a partir de ese momento la mujer se fuese adueñando de su vida, abriendo ventanas, corriendo cortinas. Ha sido un recorrido difícil y complicado, pero lo peor es que ha pasado casi un siglo y aún queda mucho por recorrer.
Ellas encendieron la llama en momentos de grandes dificultades para hacerse notar, a pesar de sus grandes capacidades para las artes. Muchas han sido las mujeres que han recogido su llama y la han avivado con enorme valentía para intentar un mundo más justo, donde el sexo no sea nunca motivo de discriminación. Pero desgraciadamente aún siguen siendo necesarias mujeres valientes que porten la llama para decirle constantemente a una sociedad machista que ellas están ahí reivindicando su papel.
Hay demasiada violenta machista en nuestra sociedad, especialmente estos días, por ello las mujeres que se quitan el sombrero de la sumisión, miran a los ojos del violento y le hacen frente, tienen un gran mérito. Quizás, se hable poco de ellas, pero tal vez sea necesario que se dejen ver más, para intentar otra vía de solución ante tanta violencia hacia las mujeres.
Lo mismo le pasa a las guerrilleras que con sombrero o sin él, luchan contra uno de los mayores enemigos que ahora tienen: el cáncer. Derrochan altas dosis de valentía, de ganas de vivir, dando lecciones a los que tan sólo vivimos aquejados con ligeras molestias.
Estas sinsombrero del siglo XXI, a pesar de que muchas junto a su lucha, pasan desapercibidas, son necesarias para que la sociedad tome conciencia del papel de la mujer, que dejen de ser noticia: una mujer nombrada presidenta de un banco, una ministra, una conductora de autobús…Mientras, ya controlan la educación y la sanidad, de momento eso no es noticia.
Terminé el viaje, visitando a una de estas guerrilleras, que cada vez que la vemos, nos imparte una clase magistral.
Antonio Castaño Moreno
te abandonaste toda, perdida y mutilada
tu insólita belleza no pudo con tu miedo.
Te llevaste la duda de lo que hubiera sido,
enlutaste tus ojos rebosantes de vida.
Pudo tu cobardía a ese tu amor callado.
No mereció la pena dejar todo tu empeño
en marcharte esa tarde truncada e inconfesa.
Con tu amor escondido te fuiste y tu silencio
destapó en su cordura la caja de los truenos.
Fuiste cobarde y fuerte, vencedora y vencida.
Sonsoles Palacios V.
Las sinsombrero, a pesar de todo, tan necesarias
Viajaba a Madrid el viernes pasado, la radio, ese maravilloso invento que siempre sumiso, nos acompaña en los viajes. De pronto, debió intuir que por la tarde no asistiría a mi clase de escritura, pues lanzó a las ondas un resumen de la lección que Raúl tenía preparada. Estaba claro hacer novillos no era lo mío.
Hablaba Almudena Grandes, quien a partir de una sentencia de una juez sobre la prohibición del velo en el lugar de trabajo, echó mano de aquella anécdota que tuvo lugar hace casi 100 años en la Puerta del Sol.
Cuatro amigos se quitan el sombrero porque les congestionaba las ideas. Lo que los espectadores vieron como una gamberrada en los hombres, provocando risas y comentarios, en las mujeres lo vieron como una provocación, insultándolas, intentando incluso agredirlas. Este hecho hizo que Maruja Mallo y Margarita Manso a partir de entonces se destapasen conscientemente para reivindicar su papel como mujeres, luchando por la igualdad, por hacer valer su trabajo dentro del mundo de las artes tan dominado por los hombres.
¡Qué gran lección la de estas mujeres! Su gesto simbólico, dio los primeros pasos para caminar hacia la igualdad, para hacerse notar. Su valentía, permitió que a partir de ese momento la mujer se fuese adueñando de su vida, abriendo ventanas, corriendo cortinas. Ha sido un recorrido difícil y complicado, pero lo peor es que ha pasado casi un siglo y aún queda mucho por recorrer.
Ellas encendieron la llama en momentos de grandes dificultades para hacerse notar, a pesar de sus grandes capacidades para las artes. Muchas han sido las mujeres que han recogido su llama y la han avivado con enorme valentía para intentar un mundo más justo, donde el sexo no sea nunca motivo de discriminación. Pero desgraciadamente aún siguen siendo necesarias mujeres valientes que porten la llama para decirle constantemente a una sociedad machista que ellas están ahí reivindicando su papel.
Hay demasiada violenta machista en nuestra sociedad, especialmente estos días, por ello las mujeres que se quitan el sombrero de la sumisión, miran a los ojos del violento y le hacen frente, tienen un gran mérito. Quizás, se hable poco de ellas, pero tal vez sea necesario que se dejen ver más, para intentar otra vía de solución ante tanta violencia hacia las mujeres.
Lo mismo le pasa a las guerrilleras que con sombrero o sin él, luchan contra uno de los mayores enemigos que ahora tienen: el cáncer. Derrochan altas dosis de valentía, de ganas de vivir, dando lecciones a los que tan sólo vivimos aquejados con ligeras molestias.
Estas sinsombrero del siglo XXI, a pesar de que muchas junto a su lucha, pasan desapercibidas, son necesarias para que la sociedad tome conciencia del papel de la mujer, que dejen de ser noticia: una mujer nombrada presidenta de un banco, una ministra, una conductora de autobús…Mientras, ya controlan la educación y la sanidad, de momento eso no es noticia.
Terminé el viaje, visitando a una de estas guerrilleras, que cada vez que la vemos, nos imparte una clase magistral.
Antonio Castaño Moreno